F. Estellés/ @siskoestelles
Enmarcado en el Concurso Internacional de Paellas de Sueca, y como preámbulo en la semana en la que la paella tendrá su reconocimiento mundial con el World Paella Day, un gran número de participantes en el concurso de la capital de la Ribera Baixa disfrutaron de una jornada especial para conocer la Albufera, el ecosistema de los campos de arroz y la producción de sus diferentes variedades.
Venidos de Japón, de Francia, de Chile, de Perú, de Estados Unidos, de Costa Rica, de México o Australia, los cocineros y restauradores participantes gozaron de una jornada inolvidable en el entorno mágico del Parque Natural de l’Albufera.
Citados a mediodía en El Palmar y guiados por Juan Valero, quinta generación de la saga “Gorets”, -familia que se dedica desde finales del siglo XIX al cultivo de arroz en las inmediaciones del lago de L’Albufera-, la expedición formada por los participantes en el Concurso y una buena representación de los medios de comunicación conocieron de primera mano el entorno natural y el ecosistema dónde desarrollan su actividad las familias que se dedican al arroz.
Tras embarcar en el ‘Canal de Dalt’, en una de las fincas de la familia, dos grandes barcazas se adentraron en la inmensidad del lago hasta llegar a la isla de l’Estell. Allí, tras una parada en estas tierras ganadas a l’Albufera, los conocidos como “tancats”, Juan Valero explicó a la expedición que dicha isla “es un enclave privilegiado dónde se produce un arroz de calidad suprema. Son quince mil hectáreas las que se dedica al cultivo del arroz”, apuntaba.
Valero relataba con detenimiento las características de los campos, del lago, de la fauna y de la flora. Las estaciones del año con sus tiempos de siembra, de siega en los arrozales e incluso de los procesos migratorios de las aves que durante el año son destino o punto de partida de muy diversas especies ornitológicas.
Tras muchas preguntas y alguna anécdota la expedición regresaba en un relajante paseo por L’Albufera para atracar, de nuevo en el embarcadero. Unos minutos después y en comitiva se dirigieron a la ‘Finca Estell’ donde se produce, se separa y se selecciona el mejor arroz de los campos de la familia y que se comercializan con el nombre de Arroz/Rice Tartana, firma, además, colaboradora del Concurso internacional de Sueca. Pero primero tocaba reponer fuerzas.
Del camp al plat
En la “Finca Estell” donde Arroz Rice Tartana tiene su sede, se almacena, se separa, se seca y se produce el arroz en variedades monovarietales. Pero primero tocaba reponer fuerzas antes de seguir con la visita en la que se muestra el proceso vital del arroz. Así, tras la llegada en comitiva a la finca de los profesionales participantes en el concurso y parte de la prensa una gran barraca con un amplio porche y con dos comedores recibieron a los visitantes venidos de todas las partes del globo terráqueo.
En el paellero llegaba la primera sorpresa porque el maestro Juan Carlos Galbis, paleta en ristre, ataviado con un delantal y con una gran sonrisa, preparaba para la concurrencia dos grandes paellas; una valenciana y otra de marisco en su variedad ‘del senyoret’.
A leña y con público, Galbis atiendía a la prensa, hablaba de la elaboración de la paella y de las bondades de algunas variedades de arroz que se cultivan en estas tierras para darle a cada receta su grano.
La otra gran sorpresa llegaba casi de improviso, cuando el flamante ganador del ’58 Concurs de Paella de Sueca’, Raúl Magraner, del Restaurante ‘Bon Aire’ de El Palmar, llegaba a la finca para disfrutar de la comida junto a sus compañerps de profesión que este pasado domingo fueron sus contrincantes en la capital de la Ribera Baixa.
El cocinero estaba exultante. Una gran sonrisa iluminaba su cara mientras hablaba con el maestro Galbis y saludaba a sus colegas. Tras un pequeño ágape preparado en las cocinas de la finca toca sentarse a las mesas distribuidas dentro de la genuina barraca.
Unos entrantes (esgarraet, ensalada valenciana, all i pebre y unos ibéricos) para abrir boca, regados con dos vinos: un blanco y un tinto, de la bodega alicantina Bocopa, precedían a la degustación de las dos paellas. ‘De camp al plat’, resumía uno de los cocineros asistentes. Salían las paellas y se hacía el silencio para disfrutar y dar cuenta de ellas.
Tras los arroces, el café y los dulces, con la presencia de una coca boba elaborada con harinas sin gluten. La rúbrica al almuerzo lo pone el licor de arroz, -también elaborado por Rice Tartana- adrezado con un toque de canela… ‘Açò és mel…’ , apuntaba un compañero periodista mientras probaba con un corto pero intenso sorbo el licor elaborado en la finca.
Para concluir la jornada gastrocultural, Juan Valero conducía a los visitantes a la explotación arrocera. Una guía por sus instalaciones: graneros de arroz cáscara, secaderos, Barraca Valenciana, almacén de producto terminado y las distintas variedades de arroz que se cultivan en l’Albufera de València.
Sin duda, una jornada completa para conocer los secretos del mejor arroz con Denominación de Origen Valencia que es el preámbulo perfecto para homenajear al plato más internacional de Valencia en el ‘World Paella Day’ que se celebra este jueves y que tendrá su epicentro en el Cap i casal, Valencia.