F. Estellés/ @siskoestelles
Noche histórica para el Valencia. Un gol de Rodrigo, mediado el segundo tiempo, certifica el pase a la final de la Copa del Rey para el Valencia en el año de su Centenario.
Tras un primer tiempo muy igualado, el conjunto blanquinegre salió mejor en la segunda parte, y fruto de su dominio Rodrigo Moreno marcó el gol que sería definitivo. Con la afición entregada a sus futbolistas Mestalla era una fiesta, y con el pitido final, la afición explotó de júbilo y cánticos para celebrar el pase a la final que se jugará en Sevilla, precisamente, en el campo del Real Betis.
Cita con la historia. El Valencia recibía al R. Betis en Mestalla en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey con una afición entregada, que horas antes llenaba los aledaños del estadio blanquinegre, y con la esperanza de claisficarse, once años después, en la final de la Copa del Rey.
Con un resultado de 2-2 en la ida jugada en Sevilla, los de Marcelino afrontaban este decisivo partido. Un espectacular tifo que ocupaba todo el estadio y en el que se destacaba la palabra ‘Volem’ y una copa dibujada con un mosaico en la grada de la Mar, recibió a los dos equipos. Además, instantes antes de que saltaran los futbolistas al pasto de Mestalla las cincuenta mil almas entonaron el Himno Regional de Valencia, del maestro Serrano, bajo una atmósfera irrepetible.
Instantes antes se guardó un sentido y emotivo minuto de silencio tras el fallecimiento, este pasado lunes, de la leyenda del Valencia, Waldo Machado. Tras el minuto de silencio empezó a rodar el balón.
Hipermotivado arrancó el Valencia con una primera jugada en la que arrancó Guedes por la izquierda y fue derribado. El libre directo lo ejecutó Parejo que la puso al área para que Joel, con apuros, sacara de puños. Primer minuto, primera ocasión.
En el minuto cinco una contra valencianista acabó con saque de esquina favorable a los blanquinegres que se sacó sin consecuencias. El Valencia empujaba de inicio con una asfixiante presión sobre los verdiblancos. Con el paso de los minutos, los de Quique Setién fueron sacudiéndose la presión de los blanquinegres para empezar a tener el balón. Se equilibraba el partido.
En el minuto veinte, tras una falta en el pico del área desde la banda izquierda. Sergio Canales intentó sorprender a Jaume de disparo directo. El portero de Almenara, muy atento, sacó su manopla izquierda para enviar a corner. El Betis llegaba, por primera vez, de forma clara.
Con el Valencia más reservón, el conjunto sevillano dio un paso adelante para intentar llegar al área de Jaume. Los de Marcelino, con las líneas muy juntas, intentaba robar para montar la contra.
En el minuto treinta y ocho, una combinación entre Canales y Jessé, acabó con el disparo del canario y el portero de Almenara tuvo que sacar su mano derecha para despejar de nuevo a corner. A la salida del corner, Mandi remataba de cabeza, solo, ante la media salida de Jaume. El cuero se fue lamiendo el palo derecho de la portería del Valencia. Nueva ocasión bética. Con una llegada, en el cuarenta y tres, de Parejo, que disparó sobre el cuerpo de Mandi, se cerraba el primer tiempo. Descanso.
El gol más importante de Rodrigo
Ya en la segunda parte, una internada de Guedes por la banda izquierda acabó con un centro del portugué al que Wass, en el segundo palo, no llegó por centímetros. En el minuto cincuenta y cinco llegaba la euforia a Mestalla, tras una combinación entre Piccini y Gameiro, que recibió el pase entre lineas del italiano para que el galo se internara y se la pusiera a Rodrigo. El internacional del Valencia remataba a placer y ponía el 1-0 y pie y medio en la final de Sevilla. Mestalla era una fiesta.

En el minuto sesenta y siete Marcelino retiraba a Rodrigo para dar entrada a Cheryshev. Solo un minuto después Piccini se la volvia a poner a Gameiro dentro del área para que el delantero francés no llegara por milímtros ante la salida de Joel.
En el minuto setenta y cinco Soler entraba para sustituir a Daniel Wass que era despedido con una cerrada ovación por la afición valencianista. Con el Betis volcado al ataque, pero incapaz de hacer daño al Valencia, los de Marcelino redoblaban sus ayudas en defensa. Bien plantado el conjunto blanquinegre, mientras los béticos se desesperaban.
En el minuto ochenta y cinco, otra recuperación en el centro del campo, permitía a Piccini plantarse en el área de Joel, tras combinar con Soler. El italiano disparó con toda el alma, pero su chut se fue a la derecha de la portería bética.
En el minuto noventa Mestalla coreaba al unísono el Himno Regional de Valencia, como un bonito epílogo de cómo había empezado el partido. Instantes después las cincuenta mil gargantas entonaban el «Illa, illa, illa, nos vamos a Sevilla…». Ni un alma se movió de Mestalla con el pitido final. La grada era una fiesta con los jugadores saludando desde el centro del campo.
En un acto de reconocimiento y de clase, la afición del Valencia también despidió a los jugadores del R Betis con una cerrada ovación y coreando el nombre del equipo verdiblanco.
Eso sí, con los jugadores del Valencia dando la vuelta al campo, los aficionados aplaudían a sus futbolistas porque, once años después, el Valencia está en una final de Copa del Rey el año de su Centenario.