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La pasión por la cocina en Valencia tiene nombre propio: Rice Paella o lo que es lo mismo, David Montero, un cocinero con una dilatada experiencia en extraer el máximo a las diferentes variedades de arroz que ha logrado elevar sus paellas clandestinas y su atrevimiento a las más altas cotas, convirtiéndose en un cocinero solicitado a nivel mundial.
De hecho, desde ayer se encuentra en Hermosillo (México) participando como representante por Valencia en el 1er Festival de la Paella y el Vino, donde además de diferentes showcooking en el Centro de Estudios Universitarios Nuevo Occidente ante un público de futuros cocineros y profesionales, también realizará un taller de técnicas del arroz en el Festival Gastroempresarial y una ponencia en la Universidad de Hermosillo enfocada a profesionales del sector.

A través de las diferentes actividades, David Montero, desplegará sus conocimientos sobre gastronomía valenciana y en concreto en torno al mundo de los arroces, es decir, variedades, versatilidad, usos y conveniencia.También pondrá en valor el plato más universal de nuestra gastronomía, la paella, al tiempo que prepara otros arroces tanto con productos valencianos como autóctonos de México, eso sí, dejando claro los matices y diferencias entre ellos.
Valencia es la cuna de la paella y por ello, David Montero (RicePaella) explicará la grandiosidad de preparar este plato según los cánones establecidos, pero aún así RicePaella, es capaz de desarrollar creaciones increíbles, singulares y únicas con cualquier producto que tenga a su alcance, siendo el arroz el protagonista en todas ellas.
La gastronomía se cruza en su vida
Pero no siempre fue así, es su trayectoria vital, laboral y experiencial la que le ha llevado hasta aquí, porque el suyo no fue un camino trazado, de hecho nunca pensó que se dedicaría al mundo de la gastronomía.
Su primer contacto con la hostelería fue como camarero en el restaurante “Escalones de la Lonja” donde el azar hizo que tuviera que ponerse frente a los fogones. Las circunstancias y su avidez de conocimiento hicieron que poco a poco fuera adquiriendo cada más conocimientos en la materia.
Una vez dominando el arte de la cocina vino la especialización y descubrió que podía atreverse a probar a sorprender a los clientes con nuevos arroces, que tenía la posibilidad de crecer como maestro arrocero y experimentar el placer de descubrir el agradecimiento en el rostro de los comensales por llevarlos a un viaje gustativo que no esperaban.

A partir de ahí comenzó a trabajar en reconocidos restaurantes de toda la ciudad y a desarrollando su propia marca, de manera que al tiempo que creaba experiencias basadas en los arroces cocinados en paella comenzaba a trazar una identidad basada en fotos singulares y llenas de personalidad.
Con el tiempo y con actitud se ha convertido no sólo en un cocinero demandado para todo tipo de eventos, cursos y ponencias; sino además un reputado instagramer con miles de seguidores que disfrutan de sus creaciones desde todas las partes del planeta.