Un Mar de sensaciones gastronómicas en el centro histórico de Valencia

F. Estellés/ @siskoestelles

Disfrutar de la experiencia gastronómica del Restaurante Mar Cuatro no deja indiferente a nadie. La cocina mediterránea se funde con nuevos sabores en sus platos y lo hace sin perder originalidad y calidad. Y no, no es un restaurante de autor, Mar Cuatro es un restaurante de cocina mediterránea basada en la calidad de los productos. Con un precio difícil de igualar, una excelente oferta gastronómica y su inmejorable situación, en la Calle del Mar número 4, a unos metros de la Plaza de la Reina, en el corazón de Valencia.

Muchas son las virtudes que Mar Cuatro ofrece al comensal. Desde los entrantes, las ensaladas o tapasm a los postres. Los entrantes, siempre con productos de temporada, son elaborados con mimo y un toque de creatividad. Las tapas de toda la vida se reinventan y a los productos más tradicionales como la sepia, el calamar, el cazón, las lágrimas de pollo o las papas, se fusionan con las salsas, muchas veces atrevidas, de ingredientes como el curry, las mostazas, las salsas más picantes, o las agridulces con un toque asiático.

Arroz meloso de marisco/ Foto: F. Estellés

También entran en juego la gran variedad de ensaladas que semanalmente hay en la carta del menú. Son ensaladas en las que se introducen frutas y productos de temporada. Sorprenden por su gran sabor, sus aliños y la mezcla original de sabores.

Las carnes y los pescados nunca fallan en la carta de Mar Cuatro. El comensal tiene muchas opciones para elegir, desde un entrecot con verduras, a un solomillo con salsa de champiñones… Son valores seguros. Lo mismo ocurre con las hamburguesas, elaboradas con exquisitas carnes de primera calidad son la opción más informal pero sin perder calidad.

Los pescados como el bacalao, la lubina, la dorada o la merluza, entre otros, también tienen su protagonismo en la carta del menú de Mar Cuatro. Acompañados con verduras a la plancha, o con salsas más elaboradas,

Merluza con verduras y fruta de temporada/ Foto: F. Estellés

Los arroces, que se preparan desde las entrañas del restaurante, están llenos de exquisitez y originalidad sin perder la autenticidad de un producto tan autóctono como el arroz. Los melosos de carne con distintas verduras, más típicos del invierno o el otoño dejan paso a los de pescado, o marisco, con ajetes, pulpo o sepia para las temporadas de primavera y verano. Ambas opciones son recomendables para el visitante que no ha tenido la suerte de probarlos.

Historia en su interior

El local es cómodo y muy luminoso puesto que sus amplios ventanales apaisados dejan pasar la luz del día. Es una metáfora de la gastronomía que el restaurante ofrece, porque en su carta están los productos de toda la vida con la luz de la originalidad en sus mezclas. Cocina mediterránea con platos y productos de temporada de siempre.

Y es que Mar Cuatro sorprende. Sorprende la estructura del local; una antigua mercería de mediados del siglo XX que desde finales de los años ochenta se transformó en restaurante hasta llegar a ser el actual Mar Cuatro.

Sorprenden sus techos artesonados, sus lámparas señoriales y su estructura tan peculiar, como de negocio de toda la vida… Nada cuesta imaginar un mostrador, las estanterías con los productos o un gran almacén lleno de telas y que ahora es el sótano destinado en el que se ubica el comedor reservado.

Comedor reservado, antiguo almacén de la mercería/ Foto: F. Estellés.

Mar Cuatro rezuma historia. Historia de una ciudad que nace desde el centro, en La Seu, y busca el resto de barrios de Valencia. En el marco inconfundible de la emblemática Plaza de la Reina baja por la angosta Calle del Mar donde se encuentran joyas de la arquitectura civil pero también de la restauración como el restaurante Mar Cuatro.

Dentro del local es imposible abstraerse de que se está en el centro de la capital del Turia, porque entre los clientes de la zona o de toda la vida se encuentran los turistas… Visitantes de otros países que han elegido esta opción gastronómica por las guías o simplemente por el azar. Visitantes efímeros que han caído en Mar Cuatro, gracias a un golpe de suerte, intuición, o cautivados por su menú, visible desde la calle, de productos excelentes y con una gran relación calidad precio.

Entre semana se puede encontrar mesa sin muchas dificultades, aunque desde Mar Cuatro advierten de que es mejor llamar para hacer la reserva. Para comer o cenar los fines de semana conviene llamar para hacer la reserva porque tanto los viernes como los sábados noche suele estar completo.