El todavía presidente de la RFEF utiliza un discurso victimista para decir que desde que llegó a la presidencia ha sufrido «una cacería» y muchas presiones para que abandone el cargo
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Hasta cinco veces espetó Luis Rubiales que no va dimitir delante del auditorio de la Asamblea General. Hasta cinco veces lo repitió ante un patio de butacas repleto que aplaudió las palabras del presidente. Una ovación final tras un discurso victimista en el que ha hablado de «falso feminismo, que es una lacra para este país», y donde ha habido una «cacería» contra él desde que llegó a la presidencia de la federación. En su alocución, además, ha anunciado que denunciará a Belarra, Montero y Echenique tras sus acusaciones.
Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, aseguró durante la Asamblea General que no tiene pensado dimitir por la polémica por el beso que dio a la futbolista Jenni Hermoso tras ganar el Mundial femenino. Un beso que definió como “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”. aunque pidió disculpas “por el contexto en el que se produjo”. «No me justifico. Perdón», subrayó.
Carga contra Jenni Hermoso y dice que el beso fue consentido
El todavía presidente de la federación espetó que fue un gesto, “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido, que esta es la clave de todas las críticas. Fue consentido, esta jugadora falló un penalti, y yo tengo una gran relación con todas las jugadoras, hemos sido una familia durante más de un mes y tuvimos momentos cariñosos en esta concentración” aseguró durante su intervención.
Rubiales relató que durante la ceremonia de premiación la futbolista le levantó del suelo. “Y casi nos caemos y al dejarme en el suelo nos abrazamos (…) me subió en brazos y me acercó a su cuerpo y le dije olvídate del penalti y me contestó eres un crack y yo le dije ¿un piquito? y ella dijo valle. Se despidió con un último manotazo en el costado y se fue riendo. Esa es la secuencia de todo”.
“Por lo tanto, no hay deseo ni posición de dominio y toda la gente lo comprende también”, añadió Rubiales, para quien no se trata de hacer justicia “sino de ejecutar un asesinato social. A mi se me está tratando matar”, espetó Rubiales.
«Desde hace cinco años van a por mi con todo, por tierra mar y aire… Decenas de querellas, denuncias en todo tipos de juzgados. peticiones de todo para que el CSD me inhabilite, y siempre son los mismos… Lo dije cuando llegué a la presidencia, a algunos poderosos le va a molestar que yo esté aquí porque voy a hacer del futbol modesto un fútbol digno, que es lo que estoy haciendo…», subrayó con vehemencia ante el aplauso del auditorio.

«Falso feminismo»
«Quiero decir mirando a mis tres hijas que están ahí, que hoy tienen que aprender lo que es la igualdad… Igualdad no es diferenciar entre lo que dice un hombre y dice una mujer. Hay que diferenciar entre la verdad y la mentira, y yo estoy diciendo la verdad… Hijas, aprendedlo, es una lección de vida. Vosotras sí que soy feministas de verdad, y no lo que hay por ahí», recalcó.
«El falso feminismo no busca la justicia, no busca la verdad, no le importan las personas. Están preparando una ejecución para ponerse unas medallas y decir que están avanzando… Eso sí intentar matar a un hombre por esta situación desde el primer momento. No les importan las personas», recalcó con tono victimista.
En su discurso, Luis Rubiales señaló a la vicepresidenta Yolanda Díaz, Irene Montero, Ione Belarra y Pablo Echenique se han referido a su acción, «con la palabra vejar, violencia sexual sin consentimiento, agredir…», y anunció que a estas personas, «que han dicho esto de mi, que me han acusado y que están tratando de asesinarme públicamente, me voy a defender como cualquier español, lo voy a hacer en los juzgados. Voy a ejercer acciones contra estas personas«. anunció.
Rubiales atacó a Javier Tebas. «El amarillismo del falso feminismo, Tebas y los de siempre, han alimentado este discurso…», y acusó a parte de la prensa en orquestar una campaña contra él. «La verdad es la verdad y podrán seguir con esta campaña de desprestigio….».
«¡No voy a dimitir!»
El cenit del discurso llegó casi al final de su alocución: «Ha llegado el momento de decir algo… ¿Ustedes creen que eso es para sufrir la cacería que estoy sufriendo, pidiendo mi dimisión? ¿Es tan grave para que yo me vaya pidiendo mi dimisión después de hacer la mejor gestión del fútbol español…? Pues miren ustedes, le voy a decir algo: ¡No voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir!», anunció entre aplausos del auditorio.
Y señaló además, que luchará «hasta el final» para defenderse, tras «Cinco años de cacería, en la que se me ha acusado de robar de cobrar comisiones, de usar dinero federativo, de beneficiar ilegalmente a terceros. Se lo digo aquí , jamás van a demostrar nada de esto, porque jamás he hecho nada de eso. »