F. Estellés/ @siskoestelles
¡Quien lo iba a decir de este a Valencia hace unos meses! Ni el más optimista de los aficionados blanquinegres soñaba con empezar el campeonato liguero con tan buenas sensaciones tras dos temporadas para olvidar. El conjunto blanquinegre, con la llegada de Marcelino, ha vuelto a recuperar su identidad y la ilusión de una afición sufrida pero fiel que ha visto como el equipo de su vida se desintegraba temporada tras temporada.
La llegada del técnico asturiano ha revolucionado el equipo con un esquema claro de juego y una renovación de plantilla que han hecho resurgir al conjunto blanquinegre. Sin ir más lejos, este domingo, en la octava jornada de Liga y tras los resultados de los equipos que encabezan la tabla de clasificiación el Valencia puede auparse a la segunda posición de conseguir una victoria contra el Bétis en el Benito Villamarín.
El propósito es difícil puesto que el conjunto dirigido por por Quique Setién atraviesa, al igual que el Valencia, un momento dulce de juego y resultados. Por otra parte el empate entre Atleti y FC Barcelona, más la derrota del Sevilla en la catedral del Athletic Club han hecho que los de Marcelino puedan acabar la jornada siendo segundos. Sumar tres puntos pondría al Valencia con 18 y superaría de una tacada a Sevilla, Atleti y circunstancialmente al Real Madrid, que tras la victoria de ayer se situa como segundo. Pero el Valencia ha demostrado, en siete jornadas, que pese a llevar disputada solo una pequeña parte del campeonato liguero su juego, su solidez en equipo y su ambición pueden auparlo a la segunda plaza y a ser uno de los equipos más fuertes de La Liga.
Objetivo ganar
«El objetivo es ganar, contrarrestar al rival, intentar evitar que pongan en práctica sus puntos fuertes y aprovechar sus posibles debilidades como todos los equipos tenemos», apuntaba Marcelino, convencido, en la previa. «No me gustan los calificativos, se van cambiando semana a semana en función de los resultados, hasta ahora hemos sido un equipo solvente, competitivo, ambicioso y estable, y queremos seguir siéndolo. Lo hecho hasta ahora para nada nos va a decantar para lograr la victoria, hemos de poner argumentos en el campo para intentar ganar. ¿Qué seremos? No lo sé, la definición corresponde a otros, y a nosotros intentar mejorar, ser competitivos y afrontar el partido como si fuera una final», apostillaba el míster asturiano.
El partido de esta noche tiene todos los alicientes para ser un gran espectáculo entre dos equipos con dos estilos y dos personalidades muy marcadas. Los de Setién con un juego basado en la posesión y el toque. Un fútbol que ha vuelto a enganchar a la afición verdiblanca y que tiene argumentos de sobra para que los sevillanos sean una de las escuadras revelación de la temporada.
El Valencia asusta. Y lo hace por su calidad, por la solidez en su juego y por la determinación y convencimiento que el conjunto de la Avenida de Suecia ha demostrado en siete jornadas. El Valencia es un equipo muy equilibrado en todas sus líneas. Un conjunto solidario y trabajador. Una escuadra bien trabajada en el que cada hombre sabe cuál es su trabajo, pero además el Valencia tiene hechuras de poder alcanzar cuotas más altas en esta ilusionante temporada porque a todas las virtudes de su juego en equipo el conjunto blanquinegre tiene en sus filas hombres de muchísima calidad.
Se viene partido grande para acabar el domingo. Una victoria en el Benito Villamarín para seguir invictos en Liga y auparse a la segunda posición. La afición valencianista descuenta las horas para disfrutar una jornada más de su Valencia.