La Copa de la autoestima y la ilusión

F. Estellés/ @siskoestelles

Todo se reduce, en fútbol, a que entre o no la pelota… Quizá sea esta su grandeza. Los resultados deportivos todo lo curan. Y en esas que, con toda la tormenta instalada sobre la entidad blanquinegra, este martes arranca la Copa para el Valencia en Butarque. El Leganés espera al Valencia y la ecuación parece simple; si llegan los goles y se superan eliminatorias la tendencia cambiará en el club propietario de Mestalla.

Quizás el de Butarque, contra el Leganés, sea «un partido para recuperar el entusiasmo, para recuperar la autoestima…», como indicaba el bueno de Césare Prandelli este lunes en la previa. Quizás sea el punto de partida, de recuperación anímica en lo deportivo que genere una gran sinergia positiva y contagie a todos los estamentos del club. En pocas horas saldremos de dudas.

«Es muy importante para el aficionado, para el club y para nosotros. Es extraordinario para todos porque recuerda la historia del club y es una puerta de entrada para jugar en Europa la próxima temporada«, subrayaba el técnico italiano tras detectar, tras pocos meses en Valencia, la depresión en la que anda sumida la entidad…Y es que, aunque lleve poco tiempo- él mismo lo recordaba este lunes en Paterna-, parece que el entrenador italiano haya diagnosticado con acierto uno de los grandes males que afectan a todos los estamentos del Valencia CF, la autoestima. Quizás como entrenador necesite más tiempo para sacar los réditos deportivos a su joven plantilla, pero de lo que no hay duda es que su discurso coherente, sencillo, directo y humilde está calando, poco a poco, en el Valencia.

«He llegado en un momento muy complicado», apuntaba. «El entrenador debe apoyar a los jugadores desde un punto psicológico… Todos juntos podemos salir de esta situación”, insistía, “todos juntos», repetía en sala de prensa. Quizás el partido del Sevilla, pese a la derrota, sea un buen punto de partida. Un encuentro en el que se luchó contra un equipo, el hispalense, que vive un periodo en su historia diametralmente opuesto al Valencia. Pese al desánimo y la derrota, el míster apeló al mensaje de la humildad: «…he notado una respuesta extraordinaria de todos».

A estas alturas de la temporada es obvio que el Valencia atraviesa una depresión en su juego que se refleja, de una manera evidente, en su posición en la tabla de clasificación en la Liga. La llegada de Prandelli al banquillo valencianista todavía no ha dado sus frutos. Estos momentos, aunque apenas haya tiempo, siempre exigen paciencia…

El Valencia necesita, como el agua, salir de su depresión deportiva para cimentar una sólida base que devuelvan la ilusión a una afición adormecida. La Copa del Rey puede ser un punto de partida… Prandelli no es un mesías, pero se le adivina un buen gestor de grupo. Un buen entrenador con un gran bagaje y al que su currículo lo avala.

Hoy a las 20.00 horas arranca la Copa para el Valencia en Butarque. Hoy, contra el Leganés, el Valencia empieza una competición para revertir la trayectoria errática durante la temporada y devolver la ilusión a una afición que no se resigna a ver a su equipo en el lugar que por plantilla y por historia se merece.