El técnico de Cheste se mostró muy crítico con el juego de su equipo y asumió toda la responsabilidad en la derrota frete al Real Oviedo
SempreValencia/ @semvalencia
El Valencia CF sufrió su primera derrota en Mestalla esta temporada tras caer (1-2) ante el Real Oviedo en el partido aplazado por la alerta roja. El técnico blanquinegro, Carlos Corberán, analizó con autocrítica un encuentro que el equipo comenzó dominando, pero que acabó entregando a su rival tras perder el orden táctico y fallar un penalti que pudo cambiar el rumbo del choque.
“Después de un inicio que permitía ilusionarse, el equipo ha ido a menos en lugar de a más. Hemos perdido posiciones vitales y, cuando no atacas bien, defiendes peor”, explicó el entrenador. Danjuma adelantó al Valencia en el primer tiempo, pero tras ese gol “la superioridad se fue diluyendo” y Mestalla empezó a mostrar su descontento.
El momento clave llegó en la segunda parte. Con 1-0 en el marcador, el colegiado señaló penalti a favor del Valencia por un codazo a Diakhaby. Danjuma lo ejecutó, pero Aarón Escandell detuvo la pena máxima, evitando el 2-0. “Ese penalti podía cambiar el partido. No lo aprovechamos y a partir de ahí todo se complicó”, reconoció Corberán.
El Oviedo, que nunca perdió la fe, volteó el marcador en apenas dos minutos: Ilic empató en el 83’ y Rondón culminó la remontada en el 85’ tras una acción desafortunada en defensa. “El golpe fue muy duro: pasamos de poder sentenciar a vernos por detrás. La frustración impidió reaccionar”, lamentó el técnico.
“El golpe fue muy duro: pasamos de poder sentenciar a vernos por detrás. La frustración impidió reaccionar”, lamentó el técnico.
Corberán fue tajante al señalar el desajuste táctico como causa principal: “Hoy no ha sido un ajuste del rival, ha sido un desajuste del Valencia CF. Hemos dejado de respetar las posiciones ofensivas y eso nos ha costado el partido”.
El entrenador también asumió la crítica de Mestalla: “Los pitidos son justos. No hemos jugado al nivel que este equipo puede jugar. La responsabilidad es mía, aunque es compartida por todos”.
Con más de 40.000 aficionados en las gradas un martes por la noche, la derrota deja una sensación amarga en el valencianismo. “Lo doloroso es no haber competido como sabemos. No se trata de excusas, sino de asumir la responsabilidad y mejorar nuestro nivel competitivo”, concluyó Corberán.