Manual de estilo de Marcelino: Solidez defensiva, trabajo en equipo y verticalidad en ataque

Francisco Estellés/ @siskoestelles

El Valencia CF ha vuelto. El valencianismo rezuma optimismo tras las dos primeras jornadas de Liga. El conjunto blanquinegre ha cambiado de los pies a la cabeza desde que Marcelino García Toral dirige al conjunto de Mestalla. Los resultados, pero sobre todo la identidad, se empiezan a reflejar en el estilo del Valencia.

No es momento para lanzar las campanas al vuelo. No es momento para desatar una euforia desmedida transcurridas tan solo dos jornadas de Liga, pero es evidente de que nada tiene que ver este Valencia de Marcelino con el conjunto que durante más de dos temporadas deambulaba por los terrenos de juego sin estilo, sin identidad y sin alma.

Muchas son las claves para analizar por qué este Valencia CF ha cambiado tan radicalmente. Muchos son los argumentos para creer en un nuevo proyecto que esta vez sí ilusiona a una afición hasta hace muy pocos meses de capa caída.

Marcelino

Sin duda Marcelino García Toral es el eje de este nuevo Valencia. Desde la llegada del técnico asturiano al banquillo del Valencia el equipo ha sufrido una transformación tanto física como anímica.

Física porque al técnico no le ha temblado el pulso para hacer una limpia de una plantilla con demasiados lastres y viciada por algunos futbolistas. Desde su llegada más de una docena de jugadores han abandonado la disciplina del Valencia. El asturiano va en serio, y para ello ha buscado la renovación de una plantilla contaminada. Una renovación anímica que el entrenador ha sabido trasmitir al vestuario, ganarse la implicación de los jugadores que se han quedado y de los que acaban de llegar. Quizás el mejor ejemplo es Dani Parejo que ha pasado de defenestrado hace justo un año a ser uno de los ejes de este nuevo Valencia.

El mister, activo en todo momento/ Foto: Lázaro de la Peña.

En el capítulo de entradas, gracias a buena planificación basada en el diálogo y el trabajo conjunto con Mateu Alemany y Alexanko, el preparador y su equipo de trabajo han pedido refuerzos muy específicos para su plantilla. Lo ha hecho con la retaguardia; ha llegado Neto, Gabriel y Murillo. Ha pedido un centrocampista de contención, ha llegado Kondogbia, y con toda seguridad llegaran un par de hombres para el ataque esta semana (lo aseguró Alemany en la tele en la previa del Bernabeu), quizás  Guedes, Pereira…

Manual de estilo

Marcelino es fiel a un sistema de juego, el 4-4-2. Lo lleva en su ADN de entrenador y lo aplica con criterio en cada equipo al que prepara. Lo hizo con el Recre y lo mejoró con el Villarreal… Con el Valencia busca la excelencia.

En ese manual hay un apartado para la rigurosidad defensiva. Rigurosidad para defender que empieza con los puntas con su presión -Zazá/Rodrigo en estos primeros partidos-. Trabajan los centrocampistas, con ayudas constantes en la presión y en el repliegue. Sujeta la defensa con orden. Una zaga que junta sus líneas con el centro del campo y coordina cada uno de sus movimientos para achicar espacios y ser contundente con el contrario cuando defiende. Compromiso en todas las líneas.

Otro de los sellos de identidad en la libreta de Marcelino es trabajar las transiciones: Presión, recuperación y velocidad. Tres elementos, que bien ejecutados, hacen del Valencia un equipo muy sólido en defensa y tremendamente peligroso e incisivo en ataque.

En ese dibujo tan claro Marcelino basa el eje del juego de sus equipos en el centro del campo. En esa posición el Valencia tiene que marcar la diferencia. Para ello Parejo, Soler y Kondogbia son los elegidos para marcar la pauta en este nuevo Valencia.

Parejo, piedra angular en el centro del campo/ Foto: Lázaro de la Peña.

El asturiano sabe que no sólo con sacrificio y trabajo se ganan los partidos. Por ello el míster ha rescatado a un Parejo intermitente para implicarlo en el nuevo Valencia, darle protagonismo y ser la piedra angular de la sala de máquinas valencianista. El método de Marcelino ha calado en el 10 valencianista. Parejo lidera al conjunto blanquinegre.

Mención aparte para Carlos Soler. El canterano es otro de los ejes de este nuevo Valencia. Su movilidad y versatilidad lo hacen necesario en el conjunto de Mestalla. Soler es, hoy en día, el jugador con más proyección del Valencia CF. Da igual que ‘Marce’ lo ponga en la izquierda o en la derecha, como ayer en el Bernabéu. Carlos Soler rinde con cualquier sistema, con cualquier entrenador, lo demostró la temporada pasada con su irrupción en el primer equipo.

Todavía en proceso de formación, el canterano tiene calidad. Potencia en su arrancada, sacrificio, una verticalidad endiablada, y una determinación que cuando aparece marca las diferencias en este Valencia.

Una vez más, Soler es determinante/ Foto: Lázaro de la Peña.

Quizás es pronto para consagrar al centrocampista valenciano, pero Soler demuestra, partido a partido, que sin duda va a ser un jugador muy importante para el Valencia. Por su calidad, por su trabajo, por su intuición, porque tiene todas las condiciones para ser un gran futbolista y sobre todo porque siente al club desde la cuna. Mestalla se frota los ojos con el ‘xiquet’.

Cantera

Por último, Marcelino no descuida la cantera. A la irrupción de Soler, la consolidación de Gayá y la confianza en Lato. El asturiano está echando mano de los jugadores de la factoría de Paterna. Javi Jiménez, Nacho Vidal o Nacho Gil son algunos de los chavales que el técnico ha subido al primer equipo. La escuela del Valencia CF sigue dando frutos y el técnico asturiano confía en una cantera con futbolistas con gran calidad.

Las líneas maestras de este nuevo proyecto ya están pergeñadas. Los resultados empiezan a llegar. El estilo de Marcelino es visible en la plantilla y el Valencia 2017/ 2018 despierta ilusión, optimismo y en cada partido que juega refleja su impronta.  

Marcelino García Toral confía en la cantera del Valencia CF/ Foto: Lázaro de la Peña.