El tenista español se sobrepuso al primer set y cerró el partido en la tercera manga
F. Estellés/ @siskoestelles
Victoria agónica de Albert Ramos en el primer partido que abría la Copa Davis de Valencia para España. Con el Pabellón de la Fuente de San Luis casi a rebosar, Ramos se enfrentaba a Laslo Djere en un partido cargado de responsabilidad ante un rival incómodo con el que ya se había enfrentado tres veces, con un bagaje de dos victorias para el serbio por una, la última, para el español.
Mal empezó Ramos el partido. Errático, fallón y lento de piernas, cada vez que el serbio sacaba su derecha desarbolaba al tenista español. Poca historia tuvo la primera manga, con un Djere muy sólido con el servicio, y sacando a relucir su poderosa derecha. Así las cosas en el cuarto y sexto juego el balcánico rompió el servicio a un Ramos con demasiadas dudas y muy cabizbajo. En 32 minutos se cerró la primera manga.
Preocupación entre la armada española por el juego de Ramos. Sin embargo, Sergi Bruguera confiaba en que el tenista catalán sacara su mejor versión. Empezó a tirar más con su derecha, a buscar el revés de Djere, el golpe más flojo del serbio, y a alargar más los puntos… A la hora de partido La Fonteta ya era una caldera.
Sin ceder ningún servicio y con máxima igualdad se llegó al tiebreak con el Pabellón de la Fuente de San Luis en su punto de ebullición… Y aparecieron los nervios en el serbio, y la confianza y los golpes en el español para llevarse el desempate (7-5) y forzar la tercera manga.
Todo podía pasar en el último acto, y todo pasó… Porque el serbio reaccionó y se puso dos juegos arriba tras quebrar el servicio a Ramos. Pero el catalán siguió tirando de orgullo, de oficio y de rallies largos para mover al serbio que empezaba a fallar con su derecha y dudar de su revés.
Y así se obró el milagro porque tras recuperar el saque, Ramos volaba por la pista empujado por los 8.000 espectadores. Y así en el undécimo juego rompió el saque del serbio y sacó para cerrar el partido. Con su servicio, y La Fonteta empujando en cada golpe Albert Ramos no falló y obró la remontada para firmar la victoria y el primer punto para España.